Mis 58 monedas.
Hace... algunos días ya, una buena amiga me contó mientras esperábamos a que dejase de llover una bonita historia de Jorge Bucay. Trataba acerca del valor de las personas. Supe entonces que tenía que escribir algo sobre esa historia, y empecé a darle vueltas. En el cuento, un hombre intentaba vender un anillo y nadie le daba ni de lejos lo que le habían dicho que pidiera por él, hasta que un joyero experto le dijo el precio real del despreciado anillo: 58 monedas de oro, mucho más de lo que él pedía y esperaba. De moraleja obvia y trasfondo interesante, me hizo pensar en cómo había sido mi vida hasta aquel día. Ya desde pequeño empecé a ahorrar, porque hasta el instituto no se peude decir que, salvo la tele y los libros, tuviese muchos amigos. Con la ESO descubrí algunos magníficos amigos, y esos amigos trajeron amigos nuevos. Comencé entonces a gastar (muy a gusto por cierto) todas esas monedas que tenía ahorradas, y cada vez el gasto era mayor. Por suerte, con la paga me llegaba, aunque a duras penas. Pero luego vino Irlanda, amigos míos, y los bolsillos empezaron a quedarse vacíos de tantas monedas que tenía que soltar. Después la universidad, y con ella los viajes, terminaron por vaciar mis arcas. Así que sólo puedo deciros una cosa: ¡¡cabrones, que por vuestra culpa me he tenío que poner a currar!! ;P
Espero que la vida me siga costando tantas monedas de oro.
2 comentarios
Marina -
En serio, entre tu y laura esta noche me haceis llorar, malvados :P (que no.. seran las hormonas :P)
laura -
Sabes te iba a decir una cosilla pero es mu larga mejor ago como tu y lo digo en el blog. Gracias amigo, muxas gracias y ojala yo también voy "empobrecer" a vuestro lado siempre.
Te quiero ... un taco jajaja.