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El Bocas

La caballería

Dicen que no hay momento más feliz para un guerrero que ver acercarse a la caballería justo cuando está a punto de caer presa del enemigo. Bien, hoy no me pondré literario, ni escribiré historias inventadas. Hoy es simplemente un día para el agradecimiento. No han sido buenos tiempos, algunos de vosotros ya lo sabéis. Es duro ver cómo la autoestima de uno se va viendo minada poco a poco por motivos que le son inexplicables, y cómo va cayendo en un pozo similar al que mi compañero de colegio y de cervezas (cosa mucho más importante) Alberto describió hace tiempo ya en uno de sus posts. Por suerte, igual que al caballero del comienzo del texto que hoy me ocupa acude a rescatarle el ejército amigo, en ocasiones un montón de manos se empeñan en sacarte del agujero en el que andas y lo consiguen.  Además, raras veces como ésta lo hacen sin siquiera darse cuenta. Por eso quiero aprovechar este huequecito que escribo hoy simplemente para dar las gracias a todos los que han tenido a bien ocupar parte de su tiempo conmigo, ya sea invitándome a su casa, quedando conmigo, llamándome e interesándose sin ningún motivo especial por cómo me iban las cosas, charlando en un bar o simplemente mandándome un mensaje para que supiese que se acordaban de mí. Y es que no se puede tener la autoestima baja con semejantes amigos. Gracias, de verdad. Aunque no lo sepáis me habéis sacado de un pozo bastante hondo. Gracias.

4 comentarios

Laura -

Puff!! A mi lo que se me hace raro es ver a Marina diciendo este tipo de cosas (sin ánimo de ofender) y la verdad es ke... menudo acierto que tiene la niña. Peke, no se a tu "papi" pero a mi me ha encantao tu comentario.

Marina -

Se me hace raro verte diciendo este tipo de cosas, para mi eres de las personas más fuertes y con más confianza y seguridad en uno mismo que conozco, pero claro, supongo que al fin y al cabo todos somos humanos. De todas formas me alegro de ver que ya estas fuera de ese pozo ;)

Laura -

Vaya! Tú, "Capullo" (en sentido cariñoso, haces que se me salten la lágrimas, aqui en una sala llena de gente y luego Parra me saca una sonrisa.

Mi niño, no has recogido más que una parte de lo que has sembrado, como se suele decir. O más claramente, sólo has recibido una parte de lo que te mereces. Tú siempre haces lo mismo (y mucho más) por nosotros.

Quiero decirte algo pero no tengo las palabras... Asi ke me limitare a darte una noticia que te alegrará, cuando vengas a Granada, estamos invitados a acercarnos a Córdoba para conocer la fundación de Antonio Gala para jóvenes creadores y conocer a los artistas que alli residen. Nos invita, según el periodico (yo no puede comprarlo, me digo una compi de clase -imagina mi orgullo- y me van a traer uno) una de las jóvenes promesas de la literatura andaluza.

Juan -

joder!si es que hay que mirar por donde camina uno, anda que caerte a un pozo...
un abrazo!